NADA ES MIO

Ni mis uñas

que ya no mordisqueo y ahora me crecen como dientes

Nada es mío

Ni vos (mucho menos vos)

Ni lo obvio

Ni el recuerdo que es una víbora

una madre que besa niños enfermos.

Nada es mío y por eso soy libre.

Ni una paloma

Ni una pesadilla

Ni siquiera la vez que salí corriendo por el campo

- Esas piernas atléticas eran de otro-

y arrojé el libro de Cortazar sobre las cenizas de mi abuelo

Antes era un aeroplano y ahora soy un paracaídas roto

Pero nunca fui ninguno de los dos

Ni aeropuerto

Ni un hombre que se come la vida al salir por la puerta de su casa

Ni la bandera fue mía

Ni los billetes que crecen de los árboles como frutos maduros llenos de orín.

De seguro la ortografía nunca fue mía

Ni mucho menos tu culo aquellas noches.

Mi no-familia es de otro. De un albañil que sabe cuanto es la cantidad de cemento necesario para construir una insulsa pared.

A otros les encanta reír. La ocurrencia va creciendo como moneda de oro. Ya vendrá la noche. Les aviso. Siempre es de noche.

YO, EL OCURRENTE COMO MONEDA DE ORO.

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