¿QUE QUIEREN LAS WACHAS*? (Un dulce Infierno relacional)


Una ansiedad de época: 
Hicimos la revolución para convertirnos en Cacho Castaña'. Esa frase, que es pronunciada por un personaje de El fin del amor, la miniserie de Amazon Prime Video, basada en el libro homónimo de la periodista y filósofa Tamara Tenenbaum, quizás sea una muy buena síntesis de la tensión de nuestros días en relación al amor, el sexo y la libertad. Laura usa el reproche sobre Castaña hacia su generación para hablar de una contradicción: la fluidez vincular como promesa de libertad y su reverso, es decir, esa borrachera triste del amor líquido. Es decir, el mareo que produce, por ejemplo, subirse a la calesita de gente que busca gente que brota de las appsEn las propias palabras de la serie: el tironeo entre ser exploradoras del amor y ser la versión femenina de James Dean. Y en el medio, por supuesto, la tan mentada responsabilidad afectiva y la lucha contra la pulsión de poseer a lxs demás"

RANCHITO

 Las nuevas formas de ¿vincularnos? no son necesariamente más sencillas, ni más felices y el llamado (tristemente) post-amor no cumplirá ninguna de sus promesas. 



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